El proceso de la lectura en los niños
¿Qué es leer?
Es un trabajo activo entre la persona que lee y el texto. De esta manera el menor va creando el significado de lo que va leyendo y esto se va creando a partir de lo que sabe y lo que va relacionando a medida de que va leyendo.
El primer acercamiento que el niño tiene con la lectura es por medio de imágenes que lo van ayudando a crear una "lectura simbólica" y le de un significado al texto.
Al cabo del tiempo, los niños comienzan a inferir lo que los textos dicen ya que comienzan a relacionar las letras de algunas palabras con por ejemplo, la letra inicial con la que comienza su nombre, o con el nombre de algún restaurante que le sea de su agrado. Otra manera de interactuar con el texto es de manera cuantitativa en donde los pequeños cuentan las letras de algunas palabras.
Emilia Ferreiro diferencía tres etapas con respecto a la relación que establecen los niños entre el texto y su imágen:
1. Etapa 1 - Únicamente le da sentido a la imagen que percibe.
2. Etapa 2 - En esta etapa lo más importante es que el menor predice e infiere el contendio del texto basándose en la cantidad de letras, en las letras que el texto contiene, etc.
3. Etapa 3 - El menor le da sentido basándose en aspectos cualitativos.
La lectura es un proceso dinámico en el cual se deben de articular las cuatro artes del lenguaje: hablar, escribir, leer y escuchar. Esta debe de estar ligada a la comprensión de la misma.
Vieiro (1997) menciona que no es fácil lograr el hábito de la lectura. Sin embargo, destaca que lo más importante es que los niños tengan acceso a los textos de manera libre y espontánea. Y para qu esto se pueda dar, es necesaria la ayuda u orientación de los maestros o familiares y demás personas que estén alrededor de los niños para estimular los procesos con cuestionamientos que
induzcan a la lectura sin necesidad de obligarlos. Es importante siempre recordar la vieja frase de Jorge Luis Borges quien dice que: “Hablar de lectura obligatoria es como hablar de felicidad obligatoria”
La lectura no sólo debe de ser una herramienta para el aprendizaje de cosas útiles, sino que debe
verse como una fuente de recreación y de esparcimiento interior por lo que se hace necesario que el docente o padres induzcan a los alumnos a la creación literaria y a la imaginación enfrentándolos a la resolución de conflictos en torno a la lectura.